¿No sabes para qué sirve el Omega 3 y cuáles son sus beneficios, junto al Omega 6 y 9? Los Omegas 3 y 6 son ácidos grasos que
nuestro organismo no produce, motivo por el cual es importante proporcionárselos, es decir consumirlos para que ellos realicen su función, por el contrario; el Omega 9, si es producido por nuestro organismo, esa debe ser la razón por la cual no es tan famoso como los dos anteriores, pero si muy importante para mantener a raya el colesterol malo.
Por otra parte, son muchos los alimentos ricos en omega 3 6 y 9, motivo por el cual consumirlos no debería ser un problema. Sin
embargo, las enfermedades cardiovasculares encabezan la lista de las causas de muerte a nivel mundial, mostrando de esta manera, que los altos índices de colesterol en la sangre, se han convertido en un gran problema, seguido además de la satanización del consumo de grasas, las cuales también son necesarias para el organismo, pues ellas cumplen la funciones como:
- Ayudan a los músculos a sostener los huesos.
- Aíslan el frio.
- Servir de transporte de las vitaminas liposolubles.
- Participan en la producción de hormonas.
- Nos proporcionan energía.
- Intervienen en la síntesis de los ácidos biliares.
El problema está en el consumo en su justa medida, así como la forma en la cual consumimos estas grasas; bien podemos consumir un aceite que dice enriquecido con Omega 3 y 6, pero lo utilizamos para freír. Esto es lo primero que debemos tener presente: las altas temperaturas, exterminan las propiedades de los ácidos grasos.
Así que aunque mucho se ha hablado de los ácidos grasos que posee por ejemplo el pescado, este desaparece cuando se somete a las altas temperaturas. Es por eso que tanto se aconsejan los aceites en las ensaladas, al igual que el consumo de frutos secos, semillas y el aguacate. Esta es la forma en la cual, los ácidos grasos Omega 3, 6 y 9, podrán trabajar para prevenir afecciones tales como:
1. Afecciones Cardiovasculares
Las cardiopatías isquémicas y los accidentes cerebrovasculares, son dos de las afecciones para las cuales consumir Omegas 3, 6 y 9, te ayudarán, ya que actuarán para:
- Mejorar la producción de líquido biliar, encargado de quemar las grasas, lo que te ayudará a reducir los índices de colesterol en la sangre, así como a bajar de peso. Logrando así controlar dos de los factores de riesgo para padecer infartos.
- Ayudar a disolver la grasa solidificada en venas y arterias, evitando la arterioesclerosis, para mejorar el ascenso de la sangre al corazón y al cerebro, evitando así desde la aparición de venas varices, inflamación en las hemorroides, hasta los trombos.
- Reducir la producción de colesterol malo, mientras se estimula la aparición de colesterol bueno, encargado de contribuir al transporte de las vitaminas liposolubles.
2. Infarto cerebral, trombosis o embolia
Los Omega 3 y 6 son especialmente importante para el cerebro, pues el 70% de este órgano, está constituido por grasas, entre las que se encuentran:
- Los ácidos omega-3, EPA o ácido eicosapentaenóico y DHA ácido docosahexaenóico, los cuales participan en la fabricación de membranas celulares y la regeneración de las células nerviosas, llamadas neuronas, es por esto que resultan indispensables para mantener un cerebro joven y activo.
- Omega-6 o ácido GLA gammalinoleico, trabaja en sinergia con el omega 3, para realizar las funciones antes mencionadas, además de poseer propiedades antiinflamatorias, las cuales te ayudarán a reducir la inflamación que produce dolor de cabeza y evitar
hemorragias.
Es por eso que además de prevenir el envejecimiento prematuro que ocasionan los accidentes cerebrales, te ayudará a:
- Mantener el buen estado de ánimo, combatir el estrés y la ansiedad.
- Mejorar la memoria y la concentración, evitando así la aparición de enfermedades degenerativas del sistema nervioso.
- Evitar la fatiga mental y la somnolencia que ocasionan los altos índices de colesterol.
3. Retardar el envejecimiento
Estudios demuestran que la ingesta de Omega 3, reduce el envejecimiento, gracias a que reduce los procesos inflamatorios que ocasionan envejecimiento, según explica el especialista Barry Sears, considerando además que “se debe consumir 2 partes
de alimentos ricos en Omega 6, por cada parte de alimentos con Omega 3” de esta manera, se logra:
- Estabilizar la glucosa en la sangre.
- Acelerar la eliminación de grasa corporal; pues a medida que avanzamos en edad, esta se acumula más fácilmente.
- Aumentar la energía física.
- Optimizar las funciones mentales.
Por otra parte, estudios sobre los telomeros, los cuales marcan nuestra edad biológica, debido a que cada vez que la célula se divide, el material genético o ADN se divide, es aquí donde los telomeros se van acortando, hasta que desaparece y la célula muere. Ahora habrán menos células y por consiguiente mayor envejecimiento.
Pues estudios muestran que el Omega 3 es capaz de alargar los telomeros, logrando así aumentar la capacidad de reproducción celular, lo que se evidencia en:
- Piel más joven y tersa.
- Regeneración de los tejidos de los órganos internos.
- Regeneración de las neuronas.
Unido a todo esto, las propiedades antioxidantes del Omega, actúan para acelerar el metabolismo, aumentando así la quema de calorías, la cual se va desacelerando a medida que pasan los años.
1. La Menopausia
Debido a que este es un proceso hormonal y relacionado con el envejecimiento, las propiedades antioxidantes y reguladoras de las funciones hormonales que proporcionan los ácidos grasos, te ayudarán a:
- Aliviar los calores y sofocos.
- Calmar la irritabilidad y las alteraciones nerviosas, mejorando así el estado de ánimo.
- Mejorar la circulación sanguínea
Estos y muchos otros beneficios obtendrás de las bondades de los ácidos grasos Omega 3,6 y 9, los cuales puedes encontrar en una gran cantidad de alimentos, así como en complementos alimenticios – como podría ser el Solgar Omega 3 6 9 – y te ayudarán a controlar los niveles de colesterol, evitando así todos los problemas que esto trae, mejorar la memoria y la concentración, así como proteger tu cerebro del envejecimiento prematuro al igual que tu organismo en general, gracias a que actúa como antiinflamatorio,
así como para preservar intacta la información genética en las células.