El Budismo y su significado en la actualidad

¿Qué es el budismo?

El budismo, tal y como lo conocemos es un camino de práctica y desarrollo espiritual que conduce a la comprensión de la verdadera naturaleza de la realidad.

Las prácticas budistas que se realizan a día de hoy, como por ejemplo la meditación (la más conocida y repartida en el mundo) son medios para cambiarse a sí mismo, y el propósito de desarrollar las cualidades de conciencia y la gran sabiduría. Toda experiencia desarrollada en el budismo durante miles de años ha creado un recurso incomparable para todos aquellos que desean seguir
un camino, un camino que en última instancia culmina en la Iluminación o Budeidad.

Cualquier persona, que cree en el budismo ve la naturaleza de las cosas con otra perspectiva, tal como es, y vive plena y naturalmente de acuerdo con esa visión. Esto, es el gran es el objetivo de la vida budista, que representa el fin del sufrimiento para cualquiera que lo alcance.

El budismo no incluye la idea de adorar así porque si a un dios, algunas personas no lo ven como una religión. Los principios básicos de la enseñanza budista son directos y prácticos: nada es fijo o permanente; las acciones tienen consecuencias; el cambio es posible. Así que el budismo se dirige a todas las personas sin importar su raza, nacionalidad, casta, sexualidad o género. Enseña métodos prácticos que permiten a la gente realizar y usar sus enseñanzas para transformar su experiencia, para ser completamente responsable de sus vidas.

Se sabe mucha información respecto al budismo, pero… ¿Realmente se sabe todo sobre esta gran religión que tanta gente practica y sigue al pie de la letra?

Sobre el tan famoso llamado “Karma”

El budismo nos inspira a asumir la responsabilidad de nuestras propias vidas, sin moralizar, entendiendo la causa y el efecto (karma).

Al igual que la gravedad, la ley del karma funciona, en todas partes y todo el tiempo.

Buda explicó con gran detalle cómo moldeamos nuestro futuro a través de nuestros pensamientos, palabras y acciones. Nuestras acciones actuales acumulan buenas o malas impresiones de nuestra mente. Saber esto nos da una gran libertad y nos devuelve el control de nuestras vidas. El karma no es el destino. Podemos elegir no hacer acciones dañinas, y así evitar crear las causas del sufrimiento futuro. Para sembrar las semillas de los buenos resultados, nos comprometemos en acciones positivas.

Por medio de la meditación budista, también podemos borrar todas las impresiones negativas ya acumuladas en nuestra mente de acciones anteriores. Una vez que vemos cuánto sufrimiento proviene simplemente de no entender la causa y el efecto, desarrollamos naturalmente la compasión por los demás.

El Buda fue muy especial en toda la gran comunidad budista, porque fue la primera persona que alcanzó la plena iluminación en la historia registrada. Todos tenemos una mente, y todos podemos alcanzar la liberación e iluminación trabajando con nuestras mentes.

Nuestro cuerpo, pensamientos y sentimientos cambian constantemente. El budismo los ve como «vacíos» – vacíos de cualquier esencia duradera, lo que significa que no son la base de un ego o un yo real y separado.

El estado de liberación llega cuando no sólo entendemos esto intelectualmente, sino que lo experimentamos de manera profunda y duradera. Sin un ego sólido dejamos de tomarnos las cosas como algo personal. Ganamos un enorme espacio para el desarrollo alegre, sin necesidad de reaccionar a cada emoción negativa que se presenta.

La sabiduría de Buda

En el budismo, la compasión y la sabiduría van juntas. Practicando la meditación regularmente, conseguimos más espacio en nuestra
mente, y nos distanciamos de pensamientos y sentimientos difíciles. Esto nos permite ver que todo el mundo tiene los mismos problemas básicos que nosotros, y fortalecemos nuestro deseo compasivo de tratar de hacer algo para ayudar a los demás.

Buda siempre fue considerado uno de los seres más sabidos, dado que llegó a alcanzar la paz absoluta, algo, que siempre ha sido muy curioso y que mucha gente a perseguido sin llegar a alcanzarla completamente, por eso, Buda, siempre fue considerado un ente superior, y toda la comunidad budista le tiene un respeto superior que, a cualquier otra persona, el budismo, aparte de ser una religión no teísta, es una gran comunidad de gente que quiere y busca alcanzar la paz.

Cuando actuamos desde la compasión, centrándonos en los demás en lugar de en nosotros mismos, obtenemos una mejor retroalimentación del mundo. Las emociones perturbadoras que todos tenemos, como la ira, el orgullo, el apego y los celos, aflojan su control. Donde el espacio que tenemos vacío con nuestras ideas y experiencias, la sabiduría tiene la oportunidad de aparecer espontáneamente.

Así, la sabiduría y la compasión crecen y se apoyan mutuamente en el camino.

En los países budistas hay muchos templos. La gente trae flores e incienso para el santuario y comida para los monjes.

Al entrar en un templo, los budistas se quitan los zapatos, juntan las manos y se inclinan ante la imagen de Buda. También pueden usar cuentas de oración llamadas malas.

Algunos budistas también pueden tener un santuario dentro de su casa.

El descubrimiento de Buda

El Buda descubrió que la respuesta estaba en lo que se ha conocido como las Cuatro Nobles Verdades. Los budistas tratan de alcanzar la iluminación mediante la comprensión de estos importantes principios.

Los budistas tratan de vivir una buena vida siguiendo las enseñanzas de Buda, ayudándoles a evitar el sufrimiento y los malos
sentimientos.

Creen que nada en la vida es perfecto y que la manera de evitar el sufrimiento es seguir un conjunto de importantes directrices conocidas como el Noble Camino Óctuple. Siddhattha Gautama era un príncipe que vivía una vida de lujos. Cuando tenía 29 años, Siddhattha salió de su palacio y vio a la gente sufriendo por primera vez.

Decidió dejar su palacio y vivir entre hombres santos en busca de la verdad. Su búsqueda le llevó seis años, pero se iluminó mientras
meditaba bajo una higuera. Después de esto, Siddhattha se convirtió en el Buda, que significa el «despierto» o «iluminado». A partir de
entonces, dedicó su vida a la difusión de la religión.

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