La vitamina C en niños

Cada vez que sentimos un cosquilleo en la garganta que indica el inicio de un resfriado, lo primero que hacemos es alcanzar suplementos y alimentos de vitamina C con la esperanza de que pueda evitar el temido resfriado.

Si bien podemos maravillarnos con los poderes de la vitamina C por su capacidad para ayudarnos a combatir los virus, es más que un refuerzo inmunológico. El nutriente soluble en agua es esencial no solo para nuestra salud, sino que es necesario para el crecimiento y desarrollo normal de nuestros hijos.

Los niños necesitan una dosis diaria de vitamina C para apoyar la correcta formación de músculos y huesos, ayudar en la producción de energía y crear los neurotransmisores que favorecen la comunicación entre los músculos y los nervios.

Para qué sirve la vitamina C

Ya sea para estimular el sistema inmunológico o curar cortes y contusiones, cumplir con la dosis diaria de vitamina C es muy importante para los niños.

Sin una ingesta suficiente de vitamina C los niños no tendrían la capacidad de producir colágeno, una proteína fundamental para la formación de los huesos, la piel, el cartílago y el tejido conectivo.

La vitamina C también es necesaria para fabricar neurotransmisores y L-cartinina, que juegan un papel fundamental en la producción de energía.

Esta vitamina liposoluble también ayuda a proteger a los más pequeños de enfermedades al preservar a las células que forman parte de su sistema inmunológico, y participan en la creación de la mejor barrera con la que contamos para aislarnos de los gérmenes invasores: la piel.

Sabemos que nuestros hijos no están demasiado preocupado por las enfermedades cardíacas y otras enfermedades crónicas que ocurren en la edad adulta pero, como antioxidante, la vitamina C también puede ofrecerles cierta protección contra estos problemas de salud al combatir los radicales libres.

La vitamina C es necesaria

La cantidad de vitamina C que los niños necesitan está determinada por el Instituto de Medicina y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A diferencia de los adultos, la cantidad necesaria de vitaminas en niños se mide en función de la edad, no del género, y las cantidades diarias necesarias son las siguientes:

  • Niños de 0 a 6 meses: 40 miligramos
  • Niños de 7 a 12 meses: 50 miligramos
  • Niños de 1 a 3 años: 15 miligramos
  • Niños de 4 a 8 años: 25 miligramos
  • Niños de 9 a 13 años: 45 miligramos

Una vez llegada la adolescencia, la cantidad necesaria de vitamina C que tus hijos necesitan depende del género. En el caso de las chicas sería de 65 miligramos al día y de 75 para los chicos.

Estas recomendaciones son muy similares en adultos, siendo necesaria una cantidad diaria de 75 miligramos para las mujeres y 90 para los hombres.

Insuficiencia de vitamina C

Es muy poco probable que un niño no obtenga la cantidad necesaria de vitamina C. De acuerdo con la Oficina de Suplementos Dietéticos (EE.UU.), la mayoría de los niños y adolescentes no tienen problemas para cumplir con la dosis diaria recomendada de vitamina C, con un promedio de 76 miligramos por día.

Sin embargo, si tu hijo tiene una afección médica que afecta la absorción de nutrientes, como la enfermedad de Crohn o la enfermedad celíaca, es posible que se esté perdiendo este nutriente vital.

Los bebés alimentados con leche hervida o evaporada, en lugar de fórmula o leche materna, también corren el riesgo de deficiencia de vitamina C.

Señales del déficit de vitamina C

Las señales más notables de una carencia de vitamina C son:

  • Fatiga
  • Inflamación en las encías
  • Mala cicatrización de heridas y hematomas
  • Piel gruesa y agrietada
  • Cambios bruscos de humor

Suplementos de vitamina C para niños

Dado que la mayoría de los niños del mundo occidental no tienen dificultades para satisfacer sus necesidades diarias de vitamina C, es muy poco probable que tu hijo necesite suplementos.

Además, es importante tener cuidado con la cantidad que se le da a un niño, ya que algunos suplementos de vitamina C pueden contener más del límite superior tolerable para tu hijo.

Puedes considerar el uso de suplementos para niños (en este caso de vitamina C) para actuar como refuerzo en caso de resfriado, ya que pueden ayudar a acortar la duración de catarros o gripes.

Consulta con el pediatra de tu hijo antes de suministrarle cualquier tipo de suplemento.

Suplementos de hierro para niños

Uno de los beneficios de la vitamina C es su capacidad para ayudar a absorber el hierro. El hierro es un mineral que apoya la salud de los glóbulos rojos y facilita el transporte de oxígeno por el cuerpo.

Sin una cantidad suficiente de hierro, nuestros hijos podrían desarrollar anemia por deficiencia de este mineral, lo que podría afectar a su crecimiento y a su desarrollo neurológico.

Según la Oficina de Suplementos Dietéticos (EE.UU.), los bebés y niños son grupos de riesgo de la carencia de hierro. Combinar alimentos ricos en hierro con otros de alto contenido en vitamina C puede ayudar a que el hierro se absorba con mayor facilidad, evitando así problemas de anemia.

Entre las fuentes naturales de hierro más comunes se encuentran:

  • Carne roja
  • Alubias
  • Cereales fortificados
  • Espinacas y brócoli

Para ayudar a los niños a lograr el impulso necesario de estos nutrientes puedes darles:

  • Un vaso de zumo de naranja acompañado de cereales para desayunar
  • Espaguetis con salsa de tomate y albóndigas
  • Pimiento rojo y hummus
  • Lentejas con puré de verduras y salsa de tomate frito

En caso de tener sospechas de una posible falta de hierro en tu hijo, es fundamental que acudas a su pediatra para que le realicen una analítica.

Entre los síntomas habituales de la anemia, los más destacados son la palidez, la sensación de debilidad o un continuo estado de cansancio y fatiga.

También existen suplementos a base de hierro indicados especialmente para los pequeños de la casa y formulados especialmente en función de su peso y edad. Estos suplementos se pueden encontrar en farmacias y herbolarios y pueden ser un aporte natural para fortalecer los niveles de hierro de los niños.

Recuerda consultar con el pediatra antes de suministrar cualquier tipo de suplemento a tu hijo.

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