Cómo afectan las grasas a nuestro corazón

La alimentación y el estilo de vida condicionan el estado de salud y, en particular, de la salud cardiovascular, jugando las grasas de la dieta un papel importante.
¿Qué grasas nos perjudican?

El exceso de ácidos grasos saturados (AGS) hace que nuestro colesterol LDL (colesterol perjudicial) aumente, incluso más que con el que ingerimos a través de la dieta.

El colesterol y, secundariamente, los triglicéridos contribuyen al aumento del riesgo cardiovascular cuando se consumen en exceso, al igual que los ácidos grasos trans.
¿Qué grasas nos benefician?

Los ácidos grasos insaturados (AGI) aportan diversos beneficios a nivel cardiovascular, como bajar el colesterol y mejorar los niveles de colesterol HDL, el beneficioso, que ayuda a contrarrestar los efectos negativos del colesterol LDL (perjudicial), entre otros.

Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) de la serie omega 6 y omega 3, como los que encontramos en los aceites de semillas y derivados como la margarina, tienen un efecto cardioprotector.

Potencialmente, los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 actúan a nivel cardiovascular de la siguiente forma (AHA. Nutrition Committee. Circulation. 2002;106(21):2747-57).

  • Pueden reducir la susceptibilidad del corazón de padecer arritmia.
  • Pueden dismuir el riesgo de formación de coágulos en los vasos sanguíneos (trombosis).
  • Pueden reducir los niveles en sangre de triglicéridos (TG).
  • Pueden retrasar el proceso de arteriosclerosis.
  • Pueden favorecer una disminución leve de la presión arterial.

Los estudios evidencian la necesidad de reducir las grasas saturadas (alimentos de origen animal: carne y derivados, huevos, lácteos enteros, mantequilla, etc.), además de los ácidos grasos trans presentes en algunos alimentos de origen animal y otros procesados.

Recientes investigaciones (Zock PL, Katan MB. Atherosclerosis. 1997 May;131(1):7-16.) han demostrado que el consumo de margarina en lugar de mantequilla tiene un efecto beneficioso sobre el tipo y la cantidad de grasas presentes en la sangre, al estar elaboradas con aceites vegetales no saturados. Por lo tanto, desde el punto de vista de la salud cardiovascular, es recomendable utilizar la margarina como grasa untable preferente, reduciendo las grasas saturadas.

Buscando mejorar la salud de los consumidores, la industria ha desarrollado nuevos procesos de producción para reducir grasas trans en los alimentos, como es el caso de las margarinas que se pueden encontrar en el mercado cuyo contenido en grasas trans es inferior al 1%.

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