La inteligencia artificial se está convirtiendo cada vez más en una parte integral de nuestra vida cotidiana, desde los asistentes de voz personales, como Siri y Alexa, hasta tecnologías como la investigación predictiva y los vehículos de auto conducción. Todas estas posibilidades se están haciendo realidad gracias a la inteligencia artificial, que permite a las máquinas aprender de la experiencia, adaptarse a nuevas tareas y realizarlas de forma similar a los humanos. A la vez que realiza estas tareas tiene la capacidad de mejorar a partir de la información que va recopilando, es decir es la tecnología que emula las características o capacidades humanas, imita las funciones cognitivas inclusive la capacidad de aprender y resolver problemas.
Como se puede imaginar, también hay muchas aplicaciones posibles de la inteligencia artificial en el ámbito sanitario, y teniendo en cuenta el número de nuevas tecnologías, técnicas y materiales dentales que se introducen cada año, la odontología debería convertirse fácilmente en una de las primeras ramas de la ciencia médica en utilizar la inteligencia artificial para realizar tareas y funciones rutinarias.
La inteligencia artificial puede ayudar a los dentistas a ser más eficientes para reducir su carga de trabajo global y aumentar la calidad de las relaciones con los pacientes.
Utilizando grandes cantidades de datos, incluidos los resultados de los diagnósticos, los tratamientos y los resultados, la inteligencia artificial sería capaz de medir la eficacia de diferentes modalidades de tratamiento asociadas a síntomas y condiciones anatómicas específicas, mejorar la calidad de los procesos de normalización, reducir todos los sesgos innatos en los humanos y que no están presentes en los ordenadores.
En la práctica odontológica diaria, de hecho, cada caso individual presenta una gran variedad de opciones de tratamiento y, a menudo, una evaluación más objetiva podría evitar una interpretación demasiado personal de los datos de diagnóstico recogidos.
Por estas razones, la aplicación de la inteligencia artificial es ya una realidad en la ortodoncia y la cirugía de implantes, donde el software se utiliza no sólo para el diagnóstico sino también para los procedimientos de tratamiento. Además de facilitar la interpretación de los datos y la posterior elección del tratamiento, la inteligencia artificial podría mejorar considerablemente la calidad de vida del propio médico.
La incorporación de un comando de voz por ejemplo al sillón dental permitiría controlar más fácilmente la posición del paciente sin necesidad de que el clínico intervenga físicamente. Además, se está diseñando una estación de trabajo capaz de analizar el peso, las constantes vitales y el nivel de ansiedad de cada paciente para alertar a los clínicos en caso de emergencia. y eso facilitaría enormemente el bienestar del paciente en todos los sentidos.
Por lo tanto, la odontología con inteligencia artificial ya no es un mito, sino que se está convirtiendo en una realidad.
Las nuevas generaciones de dentistas serán parte activa de este proceso revolucionario y la comunidad odontológica necesitará urgentemente programas de postgrado de alta calidad para acostumbrarse a las tecnologías digitales y poder utilizarlas en beneficio de los pacientes en la práctica diaria.
La inteligencia artificial nos daría una eficacia, reducción de tiempos y gestión de datos para tratamientos en pacientes, se apuesta por la innovación para ofrecer al odontólogo las mejores herramientas.
Para los profesionales es un futuro muy cercano, elegirán mayoritariamente este método de inteligencia artificial en odontología. Sera una nueva terapia dental para diseñar nuevos paradigmas en este sector.
El tema de la inteligencia artificial será el lanzamiento de esta nueva década. Se estudiarán cuestiones muy interesantes, sobre todo en el campo de la medicina y de la odontología, donde el proceso de toma de decisiones tiene que ser muy preciso, al tratarse de la combinación de diagnóstico y diagnosis, los especialistas médicos realizarán un juicio sobre el reconocimiento de una enfermedad y estos darán una diagnosis al paciente, no podemos comparar esto con la toma de decisiones de un banco al conceder préstamos.
Las implicaciones éticas de los médicos son enormes y no son fácilmente superables, la elección de una terapia u otra puede estar la vida de la paciente, a pesar que hoy en día no solemos delegar en una sola opinión, intentamos constatar opiniones y comparar, pero la inteligencia artificial nos daría resultados mucho más precisos. La inteligencia artificial desarrollaría su estudio con elementos básicos para proceder a extraer métodos y datos definitivos para luego poder aplicarlos individualmente dependiendo de los análisis para convertirse en una operación arriesgada.
Se necesita realizar estudios referentes a los nuevos paradigmas y esquemas de la odontología moderna adaptándolo a la inteligencia artificial. La forma de pensar de nuestros odontólogos tendrá que ir cambiando y evolucionando, es decir, reconfigurarse a estas nuevas tecnologías a pensar que no parece sencillo todos sabemos que nos va a traer beneficios y rapidez, mejorando notoriamente el trabajo tanto de odontólogos como médicos.
Siempre solemos negarnos a los cambios, esa sensación de dar marcha atrás, pero tener esa sensación de derrota sin tener ningún riesgo no nos satisface y no nos hace sentir mejor así que tenemos que adentrarnos a las nuevas tecnologías para mejorar tanto en eficacia de trabajo como satisfacción de pacientes y de nosotros.
Con la inteligencia artificial podemos imponer comandos de voz. Comandos como «Alexa, muéstrame las radiografías en 2019» se utilizarán pronto en las consultas dentales, simplificando el trabajo de dentistas e higienistas.
Existen otras aplicaciones o tecnologías que se utilizan para el aprendizaje automático, tomar los datos de los registros de los dentistas y analizarlos. La inteligencia artificial podrá ponerse en contacto directamente con los pacientes y concertar citas, por ejemplo.
La inteligencia artificial también se utiliza para la detección de caries. Estos algoritmos están diseñados para tomar una gran cantidad de datos de las radiografías y reconocer un patrón. El resultado es ayudar a los dentistas a detectar las lesiones de caries.
La inteligencia artificial nos aportará sistemas de procesamiento de gráficos, algoritmos avanzados que permitirán predecir eventos raros, internet de las cosas para recoger datos de los dispositivos conectados e Interfaces para añadir inteligencia artificial a los productos existentes.
El verdadero límite de la IA no estará en su rendimiento, sino en la insuficiencia e inexactitud de los datos de entrada.
A su vez, conectada a la inteligencia artificial está la Realidad Aumentada, utilizada por la empresa para mostrar, en tiempo real, cómo quedará la boca del paciente tras el tratamiento.
En un futuro muy cercano la Inteligencia artificial tendrá una presencia en las cirugías similar a la de una radiografía digital en la actualidad.
La inteligencia artificial será un factor importante en las consultas dentales y decisivo en mejorar el flujo de trabajo.