Estamos en verano, una de las mejores épocas del año, no solo para los niños sino también para los adultos. Podemos disfrutar del tiempo libre, del sol, las piscinas… Estas últimas para muchos son sinónimo de entretenimiento, vacaciones, diversión y juego. Sin embargo, si tenemos niños, más que divertido, el verano puede ser una época de preocupaciones y sustos. Cuando tenemos peques de menos de 5 años sabemos que debemos estar atentos constantemente a ellos, a su seguridad. Por eso te traemos este artículo con 10 consejos para que disfrutes con tus hijos de un verano tranquilo y divertido, libre de sustos. ¡Empezamos!
1# Supervisión continua
La supervisión de un adulto no puede ser reemplazada por nada, no existe sustituto para ella. La vigilancia constante y el control
permanente son básicos, especialmente si tus peques tienen menos de 5 añitos, ya que es el grupo con mayor riesgo de ahogamiento.
Por eso, si son hay varios adultos en casa, te recomendamos que se nombre un responsable para que vigile al niño y establecer ciertos turnos, para asegurarnos de que en todo momento está siendo vigilado.
2# La norma 10/20
Es muy probable que no conozca este proceso de vigilancia, sin embargo, es muy sencillo de implantar y altamente efectivo. ¿En qué consiste? Cada 10 segundos el adulto responsable de la vigilancia del niño debe mirar a la piscina y a sus alrededores, y debe ser capaz de alcanzar al pequeño en menos de 20 segundos, es decir, debe poder alcanzarlo con el brazo. Esto ayuda a evitar distracciones, especialmente las ocasionadas por el móvil.
3# Detectar riesgos
Antes de llegar a la piscina, te recomendamos que tú mismo hagas primero el recorrido que haya para llegar a la piscina, tal y como lo haría el niño. Esto sirve para asegurarte de que en ningún caso puede llegar hasta el agua por sí solo ante un descuido.
4# Revisar los niveles de protección
Si has llevado a cabo lo explicado en el punto 3, es probable que hayas detectado riesgos que necesitan ser solucionados. Dependiendo del tipo de riesgos necesitarás de un tipo de solución u otras. Por ejemplo, si los espacios lo permiten podrás instalar dispositivos de seguridad adicional para evitar el acceso del niño a la piscina, pero esto te lo contaremos más adelante. Si, por
otra parte, las características del espacio no lo permiten podrás poner otro tipo de soluciones, como hacer que el pequeño haga todo el recorrido de acceso a la piscina con dispositivos de flotación (como manguitos), desde que sale de casa hasta que entra al agua. De este modo si se cae al agua, sabes que no pasará nada.
5# Aprendizaje y educación previos
Es muy importante que dediquemos tiempo a enseñar a nuestros hijos a comportarse en el agua, es decir, los niños deben aprender lo antes posible a flotar primero y a nada después. Cuando los niños saben nadar nos permite despreocuparnos un poco, pero hay que tener siempre presente que pueden darse algunos accidentes como caídas o golpes, por lo que siempre debemos tener presente lo comentado en los puntos 1 y 2.
6# Dispositivos de rescate
Parece algo obvio, pero muchas veces se nos olvida contar con ellos. Algo como un simple flotador o una pértiga, puede evitarnos un problema muy grave. Los sistemas de flotación homologados será nuestro mejor aliado en la protección de los peques, te recomendamos no quitarles los manguitos o los flotadores en ningún momento, ni siquiera cuando estén fuera del agua.
Además, conviene tener siempre a mano un botiquín y un teléfono, para aquellos casos en los que haya pasado algo.
7# Orden
Mantener los alrededores y el interior de la piscina ordenados, es un aspecto clave. El mejor hábito es recoger los juguetes y los elementos de flotación que puedan resultar llamativos para los niños, porque pueden intentar cogerlos y caerse al agua, y lo que queremos conseguir es que los niños se mantengan alejados de la piscina y de su entorno después de su uso.
8# Filtros y drenajes lejos
Las partes mecánicas de la piscina deben estar siempre alejadas y resguardadas de los pequeños, así como los filtros, puesto que pueden hacer que los niños se mantengan sumergidos demasiado tiempos a causa de la ficción que ejercen, evitando que salgan a la superficie a tomar aire. Por eso es esencial que los adultos tengan los conocimientos necesarios para controlar y desconectar estos
dispositivos.
9# Elementos de seguridad
Como te comentábamos antes, hay ciertos elementos que puedes instalar en tu hogar para evitar que los niños se acerquen peligrosamente a la piscina. Te los explicamos:
En primer lugar, están los dispositivos de seguridad activa, que son las vallas de piscina y los cobertores, que evitan el contacto directo del niño con el agua.
En segundo lugar, están los elementos de seguridad pasiva, que son herramientas como las alarmas perimetrales y de inmersión, que nos avisan cuando el niño ya ha entrado al agua, por lo que el tiempo de reacción del adulto se acorta.
En cualquier caso, es imprescindible disponer de un dispositivo de retención y aviso, ya que es la mejor forma de evita accidentes
y sustos.
10# Primeros auxilios
Como último recurso, se hace necesario que tanto adultos como niños aprendan técnicas de primeros auxilios, especialmente, la técnica de Reanimación Cardiovascular, lo cual puede ser determinante en caso de emergencia, ya que el tiempo de respuesta de los servicios de emergencia puede alargarse en verano. Asimismo, es recomendable conocer bien e interiorizar los contactos de emergencia (112).
Nuestros hijos son lo más importante y nuestra labor es y será siempre mantenerlos seguros. El verano no tiene porqué ser una época de caos y preocupaciones si tenemos en cuenta estos sencillos puntos. Por eso, esperamos que estos consejos te sean útiles y puedas disfrutar del verano, sin sustos ni accidentes, junto a tus hijos y tu familia. Si se te ocurre algún consejo más, no dudes en dejárnoslo en comentarios, estamos deseando leerte.