Los pagos con tarjeta de crédito ya eran altamente populares en los años previos a la llegada del Covid-19 pero sin duda la pandemia ha provocado que los plásticos se encuentren en un auge respecto a su utilización dejando por primera vez el pago con dinero en efectivo por detrás de estos. La caída ha sido tal, que durante el año 2020 solo el 36% de los ciudadanos españoles hicieron uso del dinero en metálico como forma de pago en comparación al 53% que utilizaban este método en 2019 y el 80% en el año 2014, según los datos publicados por el Banco de España sobre la Encuesta Nacional a cerca del uso de efectivo.
A pesar que de forma natural ya se estaba pasando por un proceso de descenso en el uso del efectivo, este último año la pandemia de forma directa impulsó las compras online durante los meses de confinamiento, al igual que los meses después para evitar todo tipo de contacto que elevara cualquier tipo de riesgo de contagio.
Este auge en las tarjetas de crédito ha permitido ver a estos plásticos desde otros ángulos y entender otro tipo de necesidades que a raíz de factores como la pandemia son más solicitados, y esto es el caso de las tarjetas de crédito biométricas.
¿Qué son las tarjetas de pago biométricas y cómo funcionan?
Las tarjetas biométricas son un tipo de tarjeta que cuentan con sensor de huella en el propio plástico. El creador de este nuevo sistema, Thales, lleva desde el año 2015 relacionado con este proyecto que por fin ha visto la luz del día, esta idea surge de la intención de crear una forma de pago que sea al 100% sin tener ningún tipo de contacto con ningún elemento externo. Ya se han empezado a ver otros tipos de pagos contactless como los que se hacen a través del teléfono móvil o relojes inteligentes pero que a diferencia de las tarjetas biométricas dejan mucho que desear respecto a su seguridad que puede ocasionar más de un problema.
Thales cuenta que, con solo un simple toque, sin necesidad de introducir ningún pin y con una cantidad máxima de 50 euros, se producirá la transacción y el pago sin tener limitaciones en la cantidad de veces que se realiza un pago contactless.
¿Cómo se introduce la hulla en la tarjeta de crédito? De forma muy sencilla, pues el usuario puede realizar dicho proceso tanto en su casa como en su sucursal del banco (Bankia, BBVA, CaixaBank, ING, Santander…) y se trata de un proceso muy seguro por el que los datos de las huellas dactilares se transmiten a la tarjeta. Esta tecnología biométrica ha sido desarrollada por la misma compañía que la creó para los teléfonos móviles y su proceso es muy similar, en un cuadrado situado en la tarjeta se debe poner la huella dactilar en varias posiciones distintas para que se pueda leer de forma correcta y estaría lista para empezar a ser utilizada.
La seguridad ha sido uno de los aspectos más pulidos y controlados, pues los datos de las huellas de los usuarios para la inscripción no se transmiten a terceros, pues esa información solo sirve para autenticar al titular de la tarjeta bancaria, ninguno de los establecimientos en los que se realice un pago tendrá acceso a la huella. Además de que esta tecnología tiene un nivel de seguridad mucho más alta que el tradicional método del pin.
Otra de las ventajas de este tipo de seguridad según la creadora Thales es que en caso de robo o perdida de la tarjeta de crédito “no se tiene que preocupar por nada” ya que la biometría proporciona una primera base de garantía al propietario de que no se podrá sacar dinero o por lo menos que será mucho más complicado conseguirlo, en cualquier caso, a pesar de ser este tipo de tarjeta es importante anular tarjeta de crédito en el momento en el que uno se da cuenta de que ya no la tiene.
Asimismo, esta tarjeta cuenta con un algoritmo original y propio con el que se conseguirá una optimización de las huellas dactilares del usuario de la tarjeta bancaria al utilizar la misma cada vez más, por lo que así facilitar el proceso de pago y que se produzca de forma más rápida y correcta. Otro de los valores añadidos del sistema biométrico implementado en la tarjeta es que, a diferencia del pin con los plásticos comunes, esta información de huella no se puede compartir por o que es un factor de seguridad extra. Y, además, si por algún casual no se puede hacer uso de la huella dactilar del titular establecido en la tarjeta de pago, como por ejemplo en alguna situación para retirar efectivo los cajeros en la calle, sigue estando habilitada la opción de poder utilizar un código PIN como alternativa a estas situaciones.
Ante una situación de robo o pérdida de la tarjeta de crédito, la rapidez en la actuación sin duda es fundamental para evitar que el problema se convierta en una situación de alta gravedad. El primer paso que se debe tomar es bloquear la tarjeta en cuanto se note que ha dejado de estar donde se guardó, la mayoría de las tarjetas disponen de una opción de bloquear la tarjeta bancaria temporalmente, que para cuando se haya perdido por casa o para este tipo de situaciones es lo ideal para en el momento en el que se encuentre se pueda desbloquear sin necesidad de anularla por completo, pues si se hace esto ya no hay vuelta atrás y se necesitará solicitar una nueva. Existen varias formas de cancelar una tarjeta aparte de en una sucursal, que es lo más típico, también se puede hacer a través del teléfono a sea llamando al banco y esperando que el asistente cancele dicha tarjeta o con la aplicación para el móvil donde se encuentra la opción de bloquearla sin necesidad de contactar directamente con tu banco para realizar esta acción o por último llamando a ‘TDC’ al 11833 para realizar este proceso de cancelación.